La idea de que la legislatura durará hasta 2027 «con o sin Presupuestos» empieza a calar en el PSOE. Aunque oficialmente el mensaje que se traslada es que se siguen negociando los de 2025 y que, de no lograrse un acuerdo, se empezará a trabajar para intentar sacar adelante los de 2026, al mismo tiempo se empieza a allanar ya el terreno a la hipótesis de un escenario en el que no se consiga ahormar la mayoría necesaria para poder aprobar unas nuevas cuentas en el Congreso antes de la próximas elecciones sin que esta circunstancia sea un motivo para adelantarlas.
Las que están en vigor -que se han prorrogado ya dos veces- recibieron luz verde en la Cámara Baja en noviembre de 2022, es decir, ocho meses antes de los últimos comicios general, aún con Unidas Podemos en La Moncloa como socio minoritario de la coalición en vez de Sumar, una composición distinta en el hemiciclo y otra coyuntura económica. Aun así, su renovación no fue uno de los asuntos abordados este lunes por Pedro Sánchez en la reunión con su Ejecutiva Federal para marcar las prioridades del partido en las próximas semanas.
«Estos Presupuestos sirven, estamos cómodos con ellos, pero sin ninguna duda seguiremos trabajando para poder llegar a un acuerdo y tener unas nuevas cuentas», asegura Esther Peña, portavoz nacional del PSOE, en respuesta a la pregunta de este periódico de si sería factible agotar la legislatura sin haber aprobado la ley más importante para un Gobierno, la que permite definir sus políticas. «Estamos trabajando para que los Presupuestos vengan para este 2025 y, si no lo conseguimos vía acuerdo, trabajaremos para los del año 2026», agrega.
En el argumentario elaborado por la cúpula de Ferraz se argumenta que los que están en vigor «siguen ayudando a nuestro tejido productivo, continúan haciendo que crezcamos en empleo, que seamos una economía dinámica y que se siga construyendo una red de solidaridad que nunca ha habido en el Estado del Bienestar en toda la democracia», con lo que desdramatizan una eventual futura nueva prórroga. «Más vale honra sin Presupuestos que Presupuestos sin honra», resumen en alusión al acuerdo logrado por el PP en la Comunidad Valenciana para aprobar unas nuevas cuentas para la recuperación de la región tras la dana costa de «comprar» el «marco racista y xenófobo» de Vox.
El propio Sánchez defendía desde la oposición al popularMariano Rajoy que aprobar unos Presupuestos era «la principal obligación de un Gobierno» y que «vivir de la prórroga es prorrogar los problemas de la gente». Ahora la portavoz de su Ejecutivo, Pilar Alegría, ha llegado a justificar que no llevarán una propuesta al Congreso salvo que tengan asegurados los apoyos parlamentarios para no «perder el tiempo» aunque, según un sondeo de Sigma Dos para EL MUNDO, el 68,1% de los españoles y el 61,3% de los votantes del PSOE cree que debería hacerlo con o sin los votos garantizados.
Precisamente el grupo del PP en el Senado va a exigir a través de una moción que se aprobará en el Pleno de este martes que la coalición cumpla con la obligación constitucional de presentar el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año, «garantizando así la estabilidad y transparencia económica propias de un país democrático». Su portavoz, Alicia García, sostiene que Moncloa está «en rebeldía» por no acatar un deber previsto en la Carta Magna y que «no hacerlo es el capricho de dos autócratas como Sánchez y María Jesús Montero«, la ministra de Hacienda.
En el PSOE responden a la iniciativa de los de Alberto Núñez Feijóo apuntando que ha sido tal su insistencia con este asunto que va a pasar «desapercibida», aunque según el Reglamento de la Cámara Alta el Gobierno, «dentro de los seis meses siguientes, deberá informar sobre el cumplimiento de la misma». Asimismo, en Ferraz ponen el foco en las cinco comunidades con presidentes populares que no han logrado aprobar tampoco las cuentas para este ejercicio en el primer trimestre de 2025, Aragón, Baleares, Castilla y León, Extremadura y Murcia -todas ellas sin mayorías absolutas-, ni un acuerdo con Vox, como en el caso del valenciano Carlos Mazón.
Acercamiento a Junts
Desde el ala socialista de la coalición se ha tratado de abonar el terreno para la negociación de unos nuevos Presupuestos con Junts accediendo a su petición de introducir en el Real Decreto-ley que regula las ayudas a las empresas afectadas por los aranceles anunciados por Donald Trump una disposición adicional para que el reparto «se efectúe, con respeto al equilibrio territorial, sobre la base del porcentaje de las exportaciones con destino a EEUU», lo que en la práctica hará que aproximadamente el 25% se destine a Cataluña. Sin embargo, en el equipo de Sánchez confirmaron este lunes que sigue sin haber avances en las conversaciones sin que se contemple tampoco la posibilidad de un adelanto electoral en el caso de que no lleguen a cuajar.
En el Ministerio de Hacienda reconocían hace unas semanas que, de no lograr amarrar un acuerdo este mes -en el que ni siquiera se ha alcanzado aún un pacto para la senda de déficit, que es el primer paso-, «a partir de mayo será más complicado» mantener la intención de seguir trabajado en las cuentas de 2025. Aun así, recuerdan que las últimas elaboradas por Cristóbal Montoro (PP) para 2018 no se publicaron en el Boletín Oficial del Estado (BOE) hasta julio de aquel año.
«La bonanza económica y los fondos europeos facilitan hasta extremos insospechados la gobernabilidad con los Presupuestos actuales», recalcan fuentes socialistas. El mensaje en el que se insiste es que, mientras haya esperanza, se seguirá negociando, pero bajo la premisa de que para tener unos peores se quedarán con los que están en vigor.
Sánchez tenía «razón» en sus cinco días de reflexión
Pedro Sánchez reunió este lunes a la Ejecutiva Federal del PSOE en la semana en la que se cumple un año de la carta que envió a la ciudadanía para comunicar que se iba a tomar un periodo de reflexión de cinco días para valorar si le merecía la pena continuar ante lo que definió como «una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire», para intentar hacerle «desfallecer en lo político y en lo personal» atacando a su mujer.
En la reunión a puerta cerrada con su cúpula, el presidente del Gobierno no se refirió a una decisión que tomó después de que un juzgado de Madrid hubiera abierto diligencias de investigación contra Begoña Gómez y que convulsionó al partido, aunque en las intervenciones que se produjeron sí se apuntó a que tenía «razón» al hilo de la «catarata de insultos» denunciada ahora por la portavoz de Moncloa, Pilar Alegría.
«Lamentamos este clima de crispación y de odio que fomenta el anonimato en las redes y que, por desgracia, hemos incluso visto que ha sido favorecido por responsables del PP en Aragón», denunciaron en Ferraz, en una crítica, sin nombrarlo, al dirigente autonómico Jorge Azcón por sus declaraciones sobre la presunta fiesta con prostitutas de 2020 que el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, habría organizado en el Parador de Teruel la noche que Alegría se alojó en ese mismo establecimiento. Consideran «absolutamente lamentable» que mantenga «esa ignominia colgado de la percha de pseudomedios con bulos y falacia».