Sílvia Orriols se declara abiertamente islamófoba, aunque rechaza el calificativo de «extrema derecha»; es nacionalista, pero reniega del procés. Defiende una declaración unilateral de independencia «que dure más de ocho segundos», la ruptura con España y el cierre de las fronteras para que su región «vuelva a ser el país de los catalanes». La candidata de Aliança Catalana ha cerrado esta tarde su primera campaña autonómica en su localidad natal, Ripoll (Gerona), y ha llamado a votar al partido porque es «la voz de quienes participaron y ganaron en el referéndum del 1 de octubre».

Durante la campaña, la candidata se ha esforzado por alejarse de cualquier otro partido, y la respuesta ha sido idéntica a la inversa, pues las demás formaciones que aspiran a gobernar la Generalitat -excepto Vox- sellaron el pasado miércoles un cordón sanitario contra Orriols. Sin embargo, la distribución de escaños que pronostican los sondeos podría convertir a Aliança Catalana en pieza imprescindible para una suma independentista, con lo que el «‘no’ rotundo» a aceptar «cualquier tipo de apoyo de Orriols en una investidura» que acordaron los partidos bloquearía -salvo sorpresas- un hipotético Govern nacionalista.

Si hace apenas un mes ninguna empresa demoscópica preveía que Aliança Catalana entraría en el Parlament, en la recta final de la campaña todas las encuestas le han augurado representación, con hasta cuatro escaños en el último sondeo de Sigma Dos para ELMUNDO. Según este estudio, Junts y Vox serían los partidos más perjudicados, pues cederían el 5,9% y el 4,8% de sus votantes -respectivamente- a la formación de Orriols, que aglutinaría así a dos polos opuestos: quienes creen que Puigdemont no fue suficientemente contundente en su defensa de la independencia y los que consideran débil la lucha de Vox contra la inmigración.

Aliança Catalana ya sabe lo que es ganar unos comicios. El partido fue el más votado en las últimas elecciones municipales de Ripoll (Gerona), pueblo natal de la candidata y en el que ahora ocupa la alcaldía. Los seis ediles que obtuvo en aquella ocasión le valieron para hacerse con el ayuntamiento, pese a que otro cordón sanitario amenazó con arrebatárselo -finalmente, los concejales de Junts se lo saltaron y permitieron que Orriols dirigiera el consistorio-. En aquella ocasión, Aliança Catalana sentó también a un concejal en Manlleu (Barcelona) y a otro en Ribera d’Ondara (Lérida), mientras el Front Nacional de Catalunya (FNC), partido de similar ideología y del que antes formó parte Orriols, obtuvo seis ediles más, cuatro en La Masó (Tarragona) y dos en Manresa (Barcelona).

El domingo, estos municipios serán, previsiblemente, caladero de votos para Orriols, que aspira a que su discurso antiinmigración funcione también en los pueblos catalanes con mayor presencia de extranjeros. Así, la candidata buscará ser decisiva y poner a los partidos nacionalistas ante el dilema de poder alcanzar el Govern a costa de ceder a su discurso.

por Admins

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *