Moncloa no da por rota la relación con Junts y relativiza el papel del Congreso para seguir: "Legislar sólo es una parte de gobernar"

 

El ex presidente Aznar coincide en una cosa con el presidente Sánchez, y el ex presidente Zapatero. La legislatura llegará hasta 2027, a pesar de la evaporación de la mayoría de la investidura, de los informes de la UCO, de las especulaciones del Madrid de las tertulias, del resultado de las elecciones autonómicas que vienen y de los fervientes deseos del primer partido de la Cámara, que es el PP. Así se lo advierte a Feijóo, una y otra vez, el ex presidente de Honor del partido.

Como negociador en jefe con Junts, Zapatero confirmó en los Desayunos del Ateneo que Puigdemont le había comunicado la ruptura con Sánchez la última vez que se vieron. Un portazo, dijo, amable, civilizado, respetuoso y muy cordial. «El tiempo dirá si la ruptura es definitiva», dijo el ex presidente. A Puigdemont no le gustó nada el ninguneo del Gobierno hacia la ruptura anunciada con solemnidad en suelo francés y consultada a la militancia. Moncloa se apresuró a decir que el anuncio era más de lo mismo y nada cambiaría en la negociación con Junts.

Por eso esta pasada semana envió a Miriam Nogueras, la portavoz en el Congreso, a dar otra vuelta de tuerca a la ruptura a ver si el Gobierno le hacía caso de una vez. En efecto, el anuncio de Nogueras fue contundente: los siete diputados de Junts presentarán enmiendas a la totalidad de todos los textos legislativos del Gobierno y no se sentarán a negociar los Presupuestos ni ninguna otra ley de Sánchez.

A pesar de lo cual, el presidente del Gobierno ha reaccionado exactamente igual que con el primer anuncio de ruptura. No pasa nada. El Gobierno seguirá trabajando como hasta ahora. Llamará a Junts para negociar y si no le contesta le volverá a llamar, y así hasta julio del año 27, cuando expirará la legislatura. Sánchez tiene amplia experiencia en normalizar situaciones que ningún otro presidente de la democracia hubiera asumido sin convocar elecciones, como es la realidad de una legislatura entera sin Presupuestos.

El análisis de Moncloa es nítido, preciso, tajante y rotundo. «Por supuesto que podemos gobernar, legislar sólo es una parte de gobernar». La ministra de Defensa, Margarita Robles, lo expresó de otra forma. «Se me hace difícil que alguien pueda decir que el Gobierno no tiene nada que hacer. Tenemos un escenario en el ámbito internacional que nos exige, como Gobierno de España, seguir trabajando».

Tendrán que votar

«Tenemos el máximo respeto hacia Junts. En ningún caso hemos querido ofender a ese grupo cuando hemos dicho que todo seguía igual. Ellos siempre han negociado a través de la presión y ahora siguen presionando, es su forma de negociar, por lo que no damos por rota la relación con ellos. El mensaje de la portavoz de Junts es el mismo que el del ex presidente Puigdemont, aunque escenificado de forma diferente. ¿Acaso van a votar en contra de todo lo que el Gobierno lleve a la Cámara, aunque sean cuestiones con las que están de acuerdo? Eso sería tanto como abandonar la vida parlamentaria. Tendrán que seguir votando y pronunciándose sobre todas las iniciativas que llevemos a la Cámara», aseguran fuentes del Gobierno. Y en ello coinciden todos los ministros. Tras el anuncio de Junts, además, ha nacido el nuevo argumento de que el Poder Ejecutivo hasta ahora ha sido el predominante en la democracia española, pero la fragmentación otorga ahora más poder de decisión al Legislativo. Y con esos bueyes tienen que arar, viene a decir el PSOE.

Paradójicamente, o no, la decisión de la presidenta de Extremadura de abrir el ciclo electoral antes de lo previsto «alivia la presión sobre Sánchez para adelantar las generales», según las fuentes consultadas. El ciclo electoral ha empezado ya. Después de las extremeñas, las elecciones en Castilla y León serán en marzo y las andaluzas en junio, a más tardar.

Según los colaboradores del presidente, el ciclo electoral centrará todos los esfuerzos de los partidos y quitará presión al Gobierno central en los dos años que restan de legislatura. El foco político estará puesto en las autonómicas, no en un posible adelanto de las elecciones generales. Las derrotas del Gobierno en el Parlamento y la falta de mayoría para gobernar pesarán menos en el día a día de la conversación pública que la búsqueda del voto allá donde se abrirán las urnas.

Y ello a pesar de que las expectativas del PSOE no son muy favorables en las comunidades donde se celebrarán elecciones próximamente. Castilla y León y Andalucía no son ahora mismo plazas fáciles para los socialistas. Extremadura sí lo podría ser -ganaron las anteriores autonómicas con el fallecido Fernández Vara-, aunque un candidato procesado que se sentará en el banquillo en el mes de febrero por el caso del hermano de Sánchez no es precisamente el mejor de los escenarios.

La política no repara en Juan Carlos I

El libro de memorias del Rey Juan Carlos I, editado de momento en Francia, ya ha sido traducido por los medios nada más salir a la calle. No ha hecho falta esperar a la publicación en España, prevista a comienzos del próximo mes, para saber lo que el Rey que vive en Emiratos -a donde huyó para evitar el escándalo- relata en sus páginas redactadas por una escritora francesa. El padre de Felipe VI no quiso poner sus memorias en manos de un compatriota y eligió a la escritora francesa para tal fin. Las críticas de Juan Carlos I, a su hijo, el Rey, y a la Reina Letizia han sido objeto de muchos comentarios en los medios, aunque la clase política no le ha dedicado mucha atención. Apenas se han producido reacciones, al margen de alguna declaración suelta del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ha calificado de «vomitiva» y «repugnante» la defensa que Juan Carlos I hace en el libro del dictador Francisco Franco, que fue quien le nombró sucesor a título de Rey.

por Admins

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