José María Aznar tiene un objetivo: recuperar para el PP a los votantes que emigraron a Vox. Cree que sólo así se terminará «el sanchismo». Para ello, invoca siempre que puede la unidad del centroderecha y la derecha dura. Ya lo hizo en una entrevista con EL MUNDO en la que avisó al electorado de Santiago Abascal de que su voto «retroalimenta» al PSOE y «sólo un PP muy fuerte evitaría una mutación constitucional hacia la plurinacionalidad».

Y ahora lo vuelve a hacer a través de la fundación que preside, Faes. El día después de participar en la manifestación de su partido contra la amnistía -que Abascal despreció, tildándola de «romería»-, el ex presidente del Gobierno vuelve a alertar de que «Vox contribuye a sabotear» la misma mayoría alternativa de la que dice «querer ser parte».

En un análisis publicado este lunes, titulado gráficamente «Vox y la corrupción del conservadurismo», la fundación que preside José María Aznar sostiene que «el voxismo es un seguro de vida para Sánchez». «Queda más que acreditado que Vox y Sánchez se retroalimentan actuando como polos complementarios». «El PSOE necesita que Vox siga ahí para dislocar la articulación de una alternativa», añade.

«Vox nació con la vocación de suplantar al PP. En lo ideológico, su proximidad con modelos populistas aleja su proyecto del concurso de mayorías suficientes. En lo electoral, su rendimiento se limita a dificultar la posibilidad de una alternativa al sanchismo», juzga el grupo de análisis de la fundación de Aznar.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, también ha criticado este lunes a Vox. Lo ha hecho al defender que el PPE se abra a pactar con Fratelli d’Italia, el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, después de las elecciones europeas del 9 de junio.

En una entrevista concedida a Onda Cero, Feijóo ha asegurado: «No debemos pactar con la extrema derecha en Europa». «La señora Meloni está defendiendo el Estado de Derecho, ha firmado el pacto de inmigración y se declara proeuropea», ha subrayado el presidente del PP. «De la misma forma que el señor Page no es homologable al señor PSOE, al menos por lo que dice, la señora Meloni no es homologable al señor Orbán [primer ministro de Hungría]», ha insistido.

Ha sido entonces cuando ha entrado en la harina política nacional, cargando contra la extrema derecha española y situando a Meloni en un espectro menos radical que el de Vox: «Meloni es proeuropeísta y por lo que vemos y escuchamos a algunos dirigentes, el partido de Abascal no lo es».

¿Por qué defiende que no se pacte con la extrema derecha en Europa cuando el PP ya ha pactado con ella en varias autonomías?, le han preguntado. «Hay estabilidad política, se está cumpliendo el programa electoral y estamos siendo útiles», ha contestado Feijóo.

Faes es más dura. «Patriotismo significa sacrificio, subordinación de intereses propios al interés general y a la unidad de la nación. Justo lo contrario de la práctica populista en cualquier latitud, aquí y al otro lado del océano», señalan sobre la formación de Abascal. «En las pasadas elecciones generales, Vox favoreció claramente la estrategia de movilización socialista. No ahorró gestos ni exhibiciones histriónicas para que el discurso de Sánchez encontrara destinatarios receptivos a pesar de todo. Vox sirvió, a la postre, para inutilizar la victoria popular», añade.

«Detrás del planteamiento de los discursos que se presentan como opciones ‘a vida o muerte’ hay una profunda desesperación sobre el futuro de nuestras sociedades. Es una actitud que no deja lugar para creer que las cosas puedan mejorar y, en este sentido, clausura la respuesta conservadora habitual en tiempos de desafío y abre en su lugar un camino mucho más propicio a la disyunción radical».

«Una política conservadora constructiva será ante todo una política de restauración constitucional». O, dicho de otra forma, «amar lo bueno más de lo que odiamos lo malo», zanja Faes.

por Admins

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