La ministra de Defensa, Margarita Robles, en Sevilla en un homenaje a los galardonados con el Premio Sabino Fernández Campo.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, en Sevilla en un homenaje a los galardonados con el Premio Sabino Fernández Campo.EFE

 

A la misma hora que el presidente del Gobierno aterrice en Pekín, el resto del Ejecutivo se estarán reuniendo en el Consejo de Ministros para aprobar un gasto extraordinario en Defensa de 2.084 millones de euros. Una nueva partida con la que el Gobierno trata de cumplir con la palabra dada a la OTAN de acelerar la inversión y llegar al 2% del gasto en Defensa cuanto antes. El Ejecutivo no da fechas, pero el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, afirmó que Sánchez le había explicado que querían lograrlo antes del verano, un comentario que luego trató de justificar con que no había sido tan claro.

En cualquier caso, este martes, según desveló el pasado sábado El País, se va a aumentar el presupuesto en Defensa en 2.084 millones a través de una transferencia de crédito. Este mecanismo fue aprobado durante la crisis del covid y se utiliza ahora para no tener que pasar por el Congreso de los Diputados y debatir sobre los presupuestos de Defensa. Según han confirmado a este diario fuentes del Ministerio, se trata de un paquete presupuestario procedente de Hacienda para «cubrir cuestiones relacionadas con mantenimiento, modernización y capacitaciones».

De las partidas, según desgranaba El País y ha confirmado EL MUNDO, 870 millones de euros se destinarán al programa especial de modernización 122B, para «desarrollo, fabricación y adquisición de sistemas y equipos de defensa, que tienen una alta complejidad y larga duración, cuyo objetivo es lograr la modernización de las Fuerzas Armadas, dotándolas de los mejores sistemas de armas». Hay más. 803 millones de euros irán destinados al programa 122A de modernización de las fuerzas armadas. Los 411 millones restantes se dedicarán a cuestiones logísticas y sanitarias de lasFuerzas Armadas.

Desde que Donald Trump tomó posesión como presidente de Estados Unidos el pasado 20 de enero, es la transferencia de crédito más importante aportada por el Ministerio de Hacienda para que Defensa pueda hacer frente al aumento de la inversión. Desde enero, y excluyendo los millones dedicados a la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana, se han aprobado en el Consejo de Ministros partidas por valor de más de 3.489 millones de euros. De ellos, un total de 567.014.000 se destinaron desde el fondo de contingencia para sufragar las misiones de paz en las que las Fuerzas Armadas están desplegadas en el extranjero.

Esta fórmula para aumentar el presupuesto en Defensa se utiliza en un Consejo de ministros que no va a estar presidido por el Pedro Sánchez, que se encontrará en China. Sorprende además que quien saldrá a explicar esta estrategia no será la ministra de Defensa, Margarita Robles. La responsable de la cartera en la que la OTAN tiene puestos sus ojos está apartada de la estrategia pública. Aunque su entorno reconoce que esa situación existe, también constatan la tranquilidad de Robles. De hecho, la ministra estará a la hora de la rueda de prensa posterior al Consejo en un acto público.

La responsable de Defensa presidirá el acto de entrega del último Chinook modernizado CH47 F en la Base de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, tras la entrega visitará el Centro de Simulación de la Academia de Aviación del Ejército de Tierra. Un compromiso para el cual ha convocado a la prensa y donde se espera que atienda a los medios de comunicación. Responderá pues a preguntas de lo que sucede en el Consejo de Ministros sin salir a la rueda de prensa. Después, mantendrá una videollamada con el contingente español desplegado en Líbano.

El Gobierno da así un nuevo paso con el plan que tienen de conseguir aumentar la inversión en Defensa sin aprobar presupuestos ni comparecer en el Congreso de los Diputados. Esto último no está en los planes de la parte mayoritaria del Ejecutivo, el Partido Socialista, pues supondría evidenciar que sólo el Partido Popular apoya su plan de rearme. Así que aprovechan la mayoría con la que cuentan en el Consejo de Ministros para sacar adelante partidas que en contra de Sumar y el resto de socios. Pero los de Yolanda Díaz no pueden hacer más que dejar constancia de que rechazan la nueva partida, que saldrá adelante sin su beneplácito.

Es la primera vez que Sumar deja por escrito esta objeción, y sucede dos días después de que Ione Belarra confirmara a Irene Montero como próxima candidata de Podemos a las elecciones. Una estrategia en la que quieren aglutinar a todos los partidos en contra de la guerra. Pero la estrategia de Díaz también coincide con la presión de la Unión Europea y de la OTAN a continuar con el plan de rearme tras la publicación del Libro Blanco de la Defensa. Un análisis sobre cómo lograr que el Viejo Continente logre alcanzar la autonomía estratégica que pasa por aumentar el gasto de manera coordinada entre los países.

Sánchez quiere llegar a la Cumbre de la Haya, donde está previsto que se renegocie el mínimo de inversión y se suba hasta el 3%, con datos que muestren que es un «socio fiable» de la Alianza. Es por ello que esta partida de hoy podría verse reforzada con una transferencia de crédito en próximos Consejos de Ministros, hasta que el gasto en Defensa se vea reforzado con un total de 3.500 millones de euros más este año. El presidente quiere replicar el modelo de este martes: aprobarlo sin comparecer y sin que ni él ni Robles lo expliquen en una rueda de prensa posterior.

por Admins

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