Los socialistas Gallardo (Extremadura), Alegría (Aragón) y Martínez (CyL).
Los socialistas Gallardo (Extremadura), Alegría (Aragón) y Martínez (CyL).

En el PSOE no dan ninguna credibilidad a la posibilidad de que se celebre un superdomingo autonómico el 15 de marzo de 2026, una opción que en la dirección del PP ya reconocen abiertamente que contemplan. De materializarse, haría coincidir las elecciones de Castilla y León -las únicas que tienen que celebrarse obligatoriamente ese día como muy tarde- con las de Aragón y Extremadura en el caso de que los presidentes populares de estas dos regiones no logren cerrar un acuerdo para aprobar sus Presupuestos.

«Llevamos mucho tiempo hablando de superdomingos electorales y al final no cuaja ninguno», sostienen en la cúpula del partido de Pedro Sánchez. «Algunos dirigentes del PP están presionando a Vox con las elecciones, pero dudamos mucho que convoquen en el mejor momento de Vox [según las encuestas]. Son brindis al sol y ellos lo saben», añaden fuentes Ferraz que precisan que, en todo caso, están «preparados ya para cualquier escenario».

Más allá de la posición oficial, diversos cargos socialistas consultados por este periódico apuntan que sería preferible para sus intereses que los comicios de Castilla y León se celebraran en solitario. Esto, aducen, permitiría que prácticamente todo el foco informativo nacional estuviera puesto en la gestión de 38 años de gobiernos encadenados del PP en esta comunidad.

A diferencia de con Andalucía -la otra autonomía donde se tienen que sacar necesariamente las urnas el año que viene-, sin perspectivas realistas de vuelco, aquí sí tienen esperanzas de ser la fuerza más votada por la «negligente gestión» de los incendios que este verano han arrasado más de 140.000 hectáreas en el territorio con mayor superficie de España, aunque reconocen la dificultad de sumar suficientes apoyos en la izquierda para desbancar de la Junta a Alfonso Fernández Mañueco, presidente y aspirante a la reelección.

Maquinaria activada

En el PSOE de Aragón, por su parte, la convocatoria adelantada de elecciones no alteraría su hoja de ruta. Fuentes oficiales del partido señalan a EL MUNDO que están «preparados para lo que venga» y que no tendrían «ningún problema en ir a las urnas en marzo». De hecho, en su última Ejecutiva regional, celebrada hace dos semanas, decidieron activar ya la maquinaria electoral con la convocatoria de tres comités regionales (uno para cada provincia), que servirán para unir a la militancia y organizarse para intentar recuperar el Gobierno de Aragón.

Tras el verano, la ministra de Educación, Pilar Alegría, líder del partido a nivel autonómico, ha aumentado considerablemente su presencia en el territorio, así como su implicación en la actualidad política de la comunidad. Asistió como público al debate sobre el estado de Aragón y se acopla a cualquier acto que tenga un compañero ministerial en Zaragoza, Huesca o Teruel, aunque éste no tenga nada que ver con la temática de su cartera. Así, se le ha podido ver inaugurando carreteras con Óscar Puente o cuarteles de la Guardia Civil con Fernando Grande-Marlaska; desde ahí hace oposición al popularJorge Azcón.

Sin embargo, lo hace sin incidir demasiado en la falta de Presupuestos, la principal debilidad del Ejecutivo aragonés, ya que ella es también portavoz de un Gobierno que no ha presentado ni un solo proyecto de cuentas en toda la legislatura. Por ello, desde el PSOE, pasan la responsabilidad de la convocatoria electoral al barón del PP y no demandan, ni demandarán, que se haga de forma urgente. «La decisión de ir a elecciones es una competencia del presidente, por lo que debe ser él quien decida cómo y cuándo hacerlo. Nosotros nos mantenemos a la espera», señalan las fuentes consultadas.

En todo caso, el adelanto en Aragón a marzo, de consumarse, sí que alteraría los planes de Sánchez: según ha manifestado él mismo públicamente no tiene intención de hacer una crisis de Gobierno hasta que no deba salir de él la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, precisamente para ser la candidata socialista en Andalucía, que salvo sorpresa no celebrará sus elecciones antes de junio. Para el doble relevo de Alegría, como ministra y portavoz, contaba con tener tiempo hasta 2027, que es cuando se convocarían los comicios de Aragón si no hay adelanto.

Juicio al ‘hermanísimo’

«Temor a que vayamos elecciones, ninguno, pero necesidad de ir ahora a las urnas, pensamos que ninguna». Éste es el discurso oficial que, a su vez, mantiene la dirección del PSOE de Extremadura ante el órdago lanzado por la presidenta de la Junta, María Guardiola, de adelantar las elecciones autonómicas a 2026 si no consigue un acuerdo de Presupuestos con la oposición tras fracasar las conversaciones el pasado ejercicio y gobernar ya este curso con las cuentas prorrogadas.

O presupuestos o urnas es la decisión de Guardiola, que ya ha activado a su partido para que se engrase para un posible adelanto electoral para la primavera, fecha que coincidiría con el desarrollo del juicio del hermano de Sánchez y con el cabeza de cartel socialista, Miguel Ángel Gallardo, sentado en el banquillo de los acusados acusado de prevaricación y tráfico de influencias.

Así que, pese a que en público la dirección socialista asegura que están «preparados para lo que haga falta», señalan las fuentes del partido, sobre la posibilidad del adelanto electoral, en realidad son conscientes de que la imagen del secretario general de los socialistas extremeños dando mítines de campaña y a la vez viéndose obligado a hacer el paseíllo judicial y a defenderse ante los magistrados de la Audiencia Provincial durante el juicio oral sería un «suicidio». El propio Gallardo reconoció tras confirmarse su procesamiento que su reputación estaba en juego «por la pena del telediario» impuesta por tratarse de un caso vinculado al presidente del Gobierno al estar implicado el hermanísimo: «Si fuera un asunto extremeño no habría caso».

Por ello, en los últimos días el PSOE de Extremadura se ha abierto a pactar los Presupuestos con el PP, una cuestión que ya estuvo a punto de conseguir el año pasado, pero cuyo acuerdo saltó por los aires en las últimas horas. A nadie se le escapa que ahora son los primeros interesados en que salgan adelante, aunque el discurso oficial es transmitir una imagen de partido «con altura de miras» y que mira «por el bien de los extremeños» para que esta región «tenga por fin la estabilidad que no ha tenido en estos dos últimos años». Por eso, las negociaciones, coinciden todas las fuentes consultadas de ambos partidos, «han comenzado con buen pie» entre los populares y los socialistas para que se puedan aprobar las cuentas y no haya un adelanto electoral.

por Admins

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