El ex secretario de Estado de Seguridad con el PP Francisco Martínez y el hacker José Luis Huertas, alias ‘Alcasec’, han sido detenido este martes por miembros de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, dentro de una investigación dirigida por la juez de la Audiencia Nacional María Tardón.
En la operación, adelantada por El Independiente y que está bajo secreto, han sido detenidas también otras dos personas, entre ellas el youtuberÁlvaro Martín, arrestado en Andorra. El cuarto detenido es Adrián Molina.
De acuerdo con las fuentes consultadas, los detenidos se dedicaban presuntamente a la «exfiltración» de datos de entidades públicas y privadas con los que luego comercializaban y blanqueaban los beneficios. A los investigados se les atribuyen presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y descubrimiento y revelación de secretos.
Martínez, cuyo domicilio ha sido registrado durante toda la jornada, fue número dos de Interior durante la etapa de Jorge Fernández Díaz como ministro. Estaba ya pendiente de juicio en la Audiencia Nacional por el caso Kitchen, relativo al presunto espionaje al ex tesorero del PP Luis Bárcenas para eliminar pruebas comprometedoras para el PP.
Desde que abandonó sus responsabilidades políticas ha ejercido de letrado. Fue abogado de Alcasec durante los problemas legales del pirata informático en su minoría de edad. Fuentes cercanas a Martínez aseguran a este diario que su papel se limitó a registrar dos sociedades para Alcasec, una tarea por la que habría cobrado 1.500 euros, según una de las facturas incautadas este martes. Otras fuentes consultadas precisan que Alcasec peregrinó por varios despachos de abogados madrileños buscando esa colaboración.
El hacker está encausado por intrusiones en diversos ayuntamientos (Granada y Fuenlabrada), en la base de datos de la Policía Nacional, en la de la Dirección General de Tráfico y en el Punto Neutro Judicial, el repositorio de las causas del Consejo General del Poder Judicial.
Según las investigaciones policiales a que ha tenido acceso EL MUNDO, Alcasec habría comerciado con esos datos estableciendo una base de datos (una suerte de Google de datos robados) llamada Udyat, y los miembros de CGI creen que Martínez le ayudó a ‘lavar’ parte de ese dinero, ayudándole a establecer dos sociedades y cobrando emolumentos por ello.