El despacho de la abogada laboralista Cristina Almeida en la calle Españoleto del madrileño distrito de Chamberí fue el lugar en el que en 1986 se fundó Izquierda Unida (IU). Bajo estas siglas se concentraron prácticamente todos los partidos a excepción del PSOE que en aquel momento se situaban en dicho espectro ideológico para exigir la salida de España de la OTAN.
De aquel movimiento antibelicista que sirvió de pegamento político hace cuatro décadas prácticamente sólo queda la oposición a la estrategia de seguridad nacional de otro Gobierno socialista, el de Pedro Sánchez, que pivota sobre el incremento del gasto. No hay ningún viso, en cambio, de que esto pueda servir de acicate para la reedición de una nueva amplia coalición como la que plantó cara a Felipe González tras su viraje respecto a la permanencia en la Alianza Atlántica.
«Hoy ya no hay el mismo consenso que antes del referéndum de la OTAN, que estaban todas las fuerzas de izquierda, el PSOE mismo, en las manifestaciones en contra», sostiene Almeida, una de las fundadoras de IU, formación de la que fue diputada en el Congreso. «Yo desde luego ahora no sería partidaria de que la Unión Europea se salga de la OTAN sin una fuerza que garantice la defensa de Europa», agrega.
En conversación telefónica con este periódico, la ex política extremeña que empezó militando en el PCE precisa que prefiere que «haya que prepararnos para la paz en vez de para la guerra», pero entiende que el continente se enfrenta a la guerra comercial de EEUU y a la amenaza bélica de Rusia. De hecho, desliza la conveniencia de que haya un «ejército común» a Los 27 en vez de que cada país miembro tenga su propia estructura militar.
Por su parte, Gaspar Llamazares, que fue coordinador general de IU entre 2000 y 2008, recuerda que aquel movimiento que tuvo por eslogan el célebre «OTAN no, bases fuera» fue «la oportunidad para articulara una izquierda crítica con el doble lenguaje y el monopolio del PSOE». «Hoy la situación nacional, europea e internacional han cambiado y al imperialismo norteamericano se le suma el ruso y el chino con sus respectivas áreas de influencia El reto hoy es el desarrollo federal de la UE y, dentro de ello, de un pilar de defensa y seguridad», expone.
Según el sucesor de Julio Anguita en el partido y hoy concejal en el Ayuntamiento de Oviedo, «el problema no es gastar más, invertimos el triple que Rusia, sino de hacerlo de forma integrada y de desarrollar nuestra industria de defensa de forma autónoma». Y ante la pregunta de si el antibelicismo podría volver a aglutinar a la izquierda a la izquierda del PSOE, manda una crítica implícita a Podemos: «No lo creo. Hay una parte de la izquierda que quiere volar sola en confrontación al Gobierno».