Ayuso, con Alfonso Serrano y Carlos Díaz-Pache, este jueves.
Ayuso, con Alfonso Serrano y Carlos Díaz-Pache, este jueves.SERGIO PÉREZEFE

La propuesta de Vox para «prohibir» el velo islámico en espacios públicos llegó este jueves a la Asamblea para forzar a Isabel Díaz Ayuso a pronunciarse sobre este tipo de prendas en centros educativos, piscinas u hospitales. Y el Partido Popular madrileño dio un sonoro portazo al plan de Vox por «fraudulento» e «inconstitucional», a pesar de que los populares sí se muestran contrarios al uso del burka en lugares públicos.

«Estamos de acuerdo con que hay ciertas prendas que no se pueden vestir en centros educativos o espacios públicos por cuestión de seguridad o dignidad», aseveró el portavoz popular en la Asamblea, Carlos Díaz-Pache, que adelantándose al debate avanzó que el PP no presentará enmiendas a la proposición de Vox y defendería una postura diferente, propia y «más concreta» que la Vox, que al tratarse de una «prohibición general» rozaría la «inconstitucionalidad». Se llegó a estudiar la opción de plantear un texto alternativo, pero definitivamente el PP se limitó a recordar a Vox que la ley ya limita el vestir determinadas prendas, como los burkas o pasamontañas, en ciertos espacios públicos.

En las últimas 48 horas Ayuso había incidido en la vía que defiende el PP, que apuesta por no coartar la libertad religiosa, pero con el matiz de los casos ya recogidos en la ley. Ahí la postura del PP coincide con Vox: «(…) Otra cosa diferente es que empecemos a hablar del burka o del pasamontañas, de todas aquellas prendas que son un problema de seguridad, cuando no de sanidad, en una piscina pública, por ejemplo», deslizó la presidenta regional después de definir como «fraudulenta» la propuesta de Vox.

Una medida que buscaba «promover la prohibición» del velo islámico «en todos los edificios y espacios públicos», abiertos y cerrados, entre los que se incluían «escuelas, universidades, hospitales, instalaciones deportivas y parques infantiles». Vox defiende que estas prendas no son «religiosas», sino ideológicas, y «contrarias a los derechos fundamentales de las mujeres e incompatibles con nuestra identidad y cultura».

Es más, como detalló la portavoz en la Asamblea, Isabel Pérez Moñino, Vox asemeja la utilización del velo islámico en las aulas a la presencia de banderas palestinas, cuya eliminación por parte de la Comunidad ha desatado importantes críticas por parte de la izquierda madrileña. «El velo islámico no es un símbolo religioso. Es una herramienta política apoyada e impulsada por los islamistas para el sometimiento de todas las mujeres», expresó la portavoz de Vox para igualar ambas cuestiones.

Pero el relativo entendimiento visto entre Vox y el PP en lo referente a la necesidad de limitar el uso del burka en determinados espacios no es más que un espejismo, ya que el choque entre ambas fuerzas que se distingue en el plano nacional se traslada también al ámbito madrileño. Ayuso aprovechó la primera sesión de control del curso para censurar la hoja de ruta de Vox: «Fomentan debates para llevar las respuestas a los extremos», dijo la presidenta regional para acusar a Vox de polarizar.

por Admins

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