Este verano se cumplirán dos años de la sorpresiva salida de Iván Espinosa de los Monteros de las filas de Vox. Desde entonces, el que fuera uno de los pesos pesados de la formación de Santiago Abascal ha venido sorteando habituales rumores sobre una posible vuelta al terreno político. El ex portavoz parlamentario del partido, sin embargo, insiste una y otra vez en descartar que ese extremo esté entre sus planes. El porqué de esa negativa queda razonado en el libro que saca a la venta este martes.
Bajo el título España tiene solución (Almuzara, 2025), Espinosa dedica más de 200 páginas a exponer su propuesta para salvar al país del que es, a su juicio, su «peor momento moral y económico». Pero, pese a sus años en primera línea política, el ex dirigente de Vox no considera ahora que la «solución» pase por los parlamentos, o no solo. «Debemos ser nosotros mismos los que la rescatemos [a España] y la volvamos a poner a flote. No contemos con que lo hagan los políticos. Su interés es el contrario», recoge.
En el libro, que tiene tintes de ensayo económico y de programa electoral, Espinosa apunta en varias ocasiones a esa desconfianza en la política y aboga en su lugar por reforzar otros dos elementos para «rescatar» España: las iniciativas de asociación civil y el tejido empresarial. «Si restamos protagonismo a los políticos y se lo devolvemos a comerciantes, autónomos, emprendedores y empresas, no hay límite al crecimiento que podemos cosechar», sostiene.
Tras esa crítica general a la clase política, Espinosa también baja a lo concreto. Carga contra el Gobierno de Pedro Sánchez y contra la izquierda en general por su «sectarismo ideológico», y también confronta con el PP acusándole de haber «asumido» ese marco y dado «por perdida la batalla cultural». A su juicio, entre unos y otros han permitido que España sea «un experimento frustrado del feminismo radical, del fanatismo climático y del globalismo».
Sin embargo, y pese a deslizar en varias ocasiones que de sus críticas a la clase política no se salva ningún partido, Espinosa esquiva durante todo el libro citar a Vox. Menciona con nombres y apellidos a dirigentes históricos y actuales del PSOE y a varios del PP, pero no de su ex partido. En el lado de las alabanzas, apela expresamente a líderes internacionales como Javier Milei o Donald Trump, pero no hay mención alguna a Santiago Abascal, por ejemplo. Sí están presentes en el libro Rocío Monasterio, Rubén Manso o Malena Nevado, ex dirigentes del partido.
En el texto, Espinosa no ahonda en su opinión sobre la derivada tomada por Vox en la actualidad, aunque pone en valor algunas de las iniciativas que el partido puso en marcha la pasada legislatura, cuando él aún formaba parte del partido. Además, la propuesta de «solución» que expone en el libro guarda muchas semejanzas con las tesis abanderadas por los de Abascal. La crítica a la Agenda 2030, a las políticas de igualdad, a la «agenda izquierdista woke«, al Estado de las Autonomías y a la Ley de Memoria Democrática son algunos de los ejemplos que revelan la consonancia que aún mantiene Espinosa con las líneas generales que defiende su ex partido.
Aunque el tono con que se dirige al PP es menos duro que el que emplean los miembros actuales de Vox, su ex portavoz parlamentario también coincide en denunciar que los populares no aprovecharan sus mayorías absolutas para derogar las políticas socialistas. Y carga contra su política fiscal: «En crujir a los españoles desde Hacienda, solo [Cristóbal] Montoro ha sido peor que [María Jesús] Montero«.
Es precisamente en la materia económica donde se concentra el grueso del libro. Espinosa, quien fuera representante del ala más liberal de Vox, dedica varios capítulos a defender su propuesta en esos términos: apuesta por «fomentar la aparición de nuevos autónomos», «contener» el gasto público y flexibilizar la contratación, derogando la reforma laboral de Yolanda Díaz. «Tenemos también que hacer nuestra economía atractiva a la inversión y al emprendimiento. Necesitamos más empresas, pagando menos impuestos», apunta también en esa misma línea. Y hace otra propuesta «pensando en las clases medias»: establecer un tipo único de IRPF con un mínimo exento.
Recupera Espinosa en el libro una de las afirmaciones que ya utilizaba en su etapa en política y que, considera, le sigue representando: «Liberal en lo económico, conservador en lo social». Esa es la síntesis de su pensamiento, que mantiene intacto respecto a su etapa en política, pero que aleja ahora del marco parlamentario y apuesta por impulsar desde la sociedad civil y el entorno empresarial. Publicado el libro, el siguiente paso es que Espinosa impulse definitivamente el think tank -laboratorio de ideas- en el que lleva meses trabajando.